Gym

Nunca pensé que me iba a gustar ir al gimnasio. Y esto es debido a que nunca acudía a las clases, pero ahora que lo hago encuentro que es muy entretenido. Cada día voy a unas diferentes, unas más activas que otras, pero una de mis preferidas es el Body Balance. Se busca el equilibrio del cuerpo y estirar todos los músculos. Además la profesora nos anima a emular a Bruce Lee cuando hacemos los pasos del tigre, muy gracioso. Y lo mejor es la relajación final tumbados en el suelo con los ojos cerrados y la luz baja intentando liberarnos de todos los pensamientos y preocupaciones.

A veces también voy a clases donde sudo y me sofoco, no todo es relajación.

La mano también es importante

Tienes que practicar muuucho muucho para que no te quede el pelo liso tipo chino. Con el tiempo hasta podrás hacerte tirabuzones. Hasta entonces deja que te lo haga la profesional.

Lo que unas planchas pueden hacer

Aquí os presento a mi amigo Octavio en su estado natural, es decir, con el pelo rizado.

Y más abajo podéis verle después de que la chica que aparece al lado de él cumpliera su sueño: ¡alisarle el pelo! (Atención a la pose Zoolander)

Ya van dos los amigos que se parecen a protagonistas de Heroes. Una es a Claire Bennet y el otro es a Mohinder Suresh.

Sí hice la foto

Yo aquí me río con mi hermana.

USA

Me da miedo ir a Estados Unidos. En UK la gente no tiene vergüenza y disfruta riéndose con los demás de sí misma, pero en USA son los demás los que se ríen de uno.

Facciolo

Antes de mirar fotos antiguas es necesario recargarse con una dosis extra de autoestima. Mi madre siempre temió mis regresos de la peluquería.

Mi sobrina

Sara no puede negar que es mi sobrina. Éramos clavadas. Así que ya sabe qué futuro le espera.

Las increíbles mujeres de las nieves

Ésta es una instantánea mítica que merecía ser publicada. Pocas veces me he reído tanto viendo una foto. Y todavía me mondo.

Un rh especial

El carácter burgalés nunca cambiará. Esta mañana en un autobús: Yo- ¿cuánto cuesta el autobús?. Autobusero (avinagrado)- el autobús no sé pero el billete 75 céntimos. Yo- sólo tengo un billete de diez euros. Autobusero- el máximo es billetes de cinco euros. Yo (con las puertas cerradas y el autobús en marcha)- ¿pues qué quiere que haga?. Autobusero- (silencio). Y entonces una simpática señora pasajera me dice que tiene dos billetes de cinco euros para cambiarme. Gracias a esta gente conservo la esperanza en la raza burgalesa.